Como puedes imaginar, un procedimiento para la valoración de una empresa es complejo y requiere poseer conocimientos avanzados en diversos campos, principalmente en finanzas y contabilidad financiera. Es por ello que este proceso ha de ser realizado por técnicos cualificados y con una trayectoria anterior importante.
Como puedes imaginar, una valoración de empresas puede ser realizada de diversas formas. No existe una única manera, sino que se pueden utilizar varias técnicas que varían dependiendo de hacia dónde nos queramos enfocar. Por lo tanto, no existe un método que pueda ser considerado como ideal. Lo más conveniente siempre será llevar a cabo varios y, con los resultados obtenidos, analizar cuál es el más conveniente para cada situación.
Tenemos que tener en cuenta que este proceso cuenta con una importancia muy alta, especialmente para poder tomar decisiones de inversión informadas para los propietarios, inversores o accionistas. Estamos ante un paso clave también para hipotéticos compradores y vendedores, que ven en estas valoraciones una ayuda imprescindible a la hora de establecer un precio adecuado para la operación.
El procedimiento para la valoración de una empresa: distintas vías
Como hemos apuntado, no existe un único procedimiento para la valoración de una empresa, sino que contaremos con diversas vías según el área en la que nos enfoquemos. Así, podemos diferenciar principalmente:
- Según el balance. Tendremos a nuestra disposición diversas maneras que se basan en valor en libros, valor contable ajustado o valor de liquidación.
- Basados en pérdidas y ganancias. En este segundo punto, destacan los métodos de beneficios netos, cálculo de múltiplos del EBITDA, múltiplos sobre ventas y el método del valor de los dividendos.
- Valoración por opciones reales. Este procedimiento para la valoración de una empresa se basa en un cálculo que se realiza en base a un futuro posible en el que el valor de la compañía puede aumentar o disminuir. Así, esta fórmula permite estimar el flujo de caja libre que tendrá la empresa en el futuro.
- Valoración con DFC. Se trata de la fórmula más utilizada. Se basa en el descuento de flujos de caja (DFC). De esta forma, es posible calcular lo que se puede llegar a generar en un futuro teniendo en cuenta la capacidad que tiene la compañía.