Una tasación de una vivienda es un tema muy concreto y técnico, además de importante en la compraventa de una casa. También en la solicitud de un préstamo hipotecario, por ejemplo. Uno de sus puntos más relevantes tiene que ver con la búsqueda de inmuebles comparables. Es precisamente de esto de lo que nos gustaría hablarte hoy en nuestro blog.
Al igual que hace algunas fechas os explicamos qué era un inmueble anejo, hoy nos gustaría hablarte del llamado testigo o inmueble comparable. Se trata de aquellas fincas similares a la que va a ser tasada y que son tomadas como referencias para calcular el valor.
Definición de inmuebles comparables o testigos
Cuando hablamos de inmuebles comparables en un proceso de tasación, nos referimos a todos aquellos que guardan parecidos a la finca objeto de la tasación. Estos parecidos pueden ser por ubicación, por superficie o por características. Son herramientas muy importantes a la hora de conseguir una homogeneización de los precios. Además de comparables y testigos, también reciben la denominación de muestras de mercado.
Para poder hablar de un comparable, el tasador encargado debe atender a ciertas características:
- Ubicación: la localización, más concretamente el código postal, es una de las principales características para elegir un inmueble como testigo.
- Uso: el uso que se le dé al inmueble también influirá para recibir esta denominación. Aquí, nos podemos encontrar distintos usos, desde residencial, equipamientos, servicios, espacios libres, infraestructuras, industriales…
- Tipología: otra de las características de los inmuebles comparables es, no solo es el uso que se le dé, sino también el tipo de inmueble que sea: industrial, comercial, residencial o rústico.
- Superficie: Para que un inmueble pueda ser utilizado como testigo de otro en una tasación, deben tener una superficie construida y útil similar a la vivienda valorada.
- Antigüedad.
- Estado de conservación: Para poder valorar el estado de conservación de un edificio con respecto a otros, un tasador tiene que valorar aspectos como la antigüedad del edificio respecto a su vida útil. También su estado de conservación, que puede ser desde bueno hasta ruinoso.
¿Qué pasa si no hay inmuebles comparables?
La gran pregunta: ¿Qué ocurre cuando no hay testigos? En el caso de no existir inmuebles comparables, el tasador tendrá que recurrir a otros métodos de tasación, como el residual o el del coste. En todo caso, estaremos encantando de solucionar todas tus dudas relativo a la valoración de inmuebles.