Para completar todo el proceso de una valoración de un inmueble para solicitar un préstamo bancario hay que pasar por un proceso que no es excesivamente complicado, pero que tiene varios puntos incuestionables. Uno de ellos es presentar y tener en regla toda la documentación para una tasación hipotecaria. Pero, ¿qué papeles son esos?
Este proceso no puede ser realizado por cualquier persona. Al revés. Han de ser arquitectos o ingenieros (siempre dependiendo del tipo de inmueble a tasar) cualificados y sociedades homologadas para esta actividad por el Banco de España. El tiempo que suele tardarse puede variar, aunque para nada se extenderá demasiado en el tiempo. No te preocupes.
Pese a que nosotros por nuestra cuenta no podremos llevarlo a cabo, lo que sí podremos es recopilar toda la documentación para una tasación hipotecaria de forma anticipada para tratar de agilizar la tramitación. Pero, ¿de qué papeles estamos hablando?
La documentación para una tasación hipotecaria depende del tipo de inmueble
Como decimos, hay que diferenciar si estamos ante una casa, un edificio de oficinas, una nave… Cada uno requerirá de una documentación particular.
– Vivienda
Para las viviendas particulares, la documentación para una tasación hipotecaria que hay que presentar es una certificación registral que acredite la titularidad de la propiedad. En este caso, es posible aportar la propia escritura o una nota simple registral emitida por el Registro de la Propiedad.
Además, también habrá que añadir la documentación catastral con la referencia de la vivienda y la información gráfica y, en caso de que estemos hablando de una VPO, una fotocopia de la cédula de calificación.
– Oficinas y naves
En este tipo de inmuebles, la documentación para una tasación hipotecaria varía con respecto a las viviendas. Así, son importantes la certificación registral, la referencia catastral y el plano del catastro en el que está indicada la localización del inmueble.
Además de todo lo anterior, también será preciso aportar la fotocopia de la licencia de inicio de actividad y los estatutos de la comunidad de propietarios. En el caso de hablar de un arrendamiento, también hay que añadir la fotocopia del contrato de alquiler, los recibos y la relación de gastos.